El libro aborda la importancia de la gravedad en el ámbito del derecho penal. La gravedad se define como la cualidad de ser grave, empleando sinónimos como importancia, trascendencia, envergadura y severidad. Esta definición se extrapola a la naturaleza del ordenamiento jurídico penal, considerándolo como la última ratio o última frontera de aplicación cuando otros medios resultan inoperantes.
El libro explora cómo la gravedad del hecho se vectoriza en el sistema penal, afectando no solo la individualización de la pena, sino también la adopción de medidas cautelares que impactan los derechos fundamentales del ser humano. Además, se analiza la diferenciación entre la determinación de la pena y la individualización de la misma, destacando la discrecionalidad reglada del juez en este proceso.
La gravedad del hecho se considera una magnitud que influye en diversas fases del proceso penal, desde la tipicidad del delito hasta la adopción de medidas cautelares y la individualización de la pena. El libro también aborda la relación entre la gravedad del hecho y las circunstancias personales del delincuente, así como la importancia de la proporcionalidad en la aplicación del derecho penal.
En resumen, el libro ofrece una visión detallada de cómo la gravedad del hecho se integra en el sistema penal, limitando la intervención del Estado a situaciones lesivas que requieren la aplicación del derecho penal.
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