Llora. Hazlo como si no hubiese un mañana y nunca ignores esas ganas de rasgar la serenidad. Siente, sufre y disfruta cada momento, porque el que llora inesperadamente sabe escucharse.
Si en algún poema, canción, verso o línea de este libro sientes que tu vista se empapa, que las lágrimas te hacen cosquillas, no las seques. Le estás siendo honesto al corazón.
Nací en un barrio de artistas de Barcelona. No sé si por talento o casualidad he acabado metido en la farándula. Crecido con vistas al mar en un pueblo pesquero, siempre me he sentido un chico de ciudad.
Estudio interpretación desde que tengo uso de razón; podría presumir de ser intento de actor y estudiante en una universidad de cine. También toco el piano, compongo letras, canto, y por si me sobra tiempo y estrés, sin ser sabio, juzgo a la vida en momentos en los que no la comprendo.
Soy bastante romántico, no sé si se nota. Yo prefiero definirme como un chico sensible que ve o siente cosas en lugares o momentos en los que gente normal suele llevar su rutina.
La música es lo único que me quedo si los días se apagan, si es en disco de vinilo con mayor razón. Improviso bastante la vida, como en el jazz. Me resumo en un chico vintage.
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